Para este proyecto, Roig y Llaneza ficharon a Nihat, Pires y Cani como refuerzos estelares. Parecía que querían subir el listón. Pero nada más lejos de la realidad. Cuando la mayoría de los equipos aún no han iniciado su andadura por Europa, el submarino amarillo ya se ha hundido. El NK Maribor esloveno ha sido su verdugo. El 1-2 que le inflingió en El Madrigal dejó al Villarreal herido de muerte. Y ya en Eslovenia, pese a gozar de las mejores ocasiones durante todo el partido, los amarillos no lograron pasar del empate a 1, lo que les deja sin competición europea esta temporada. Y, para colmo de males, la imagen mostrada por los de Pellegrini distó mucho de ser una imagen apropiada para un equipo de fútbol. Juego brusco, agresiones (Forlán agredió a un rival con el árbitro encima, increíble), tres expulsados... todo eso erosiona la imagen de equipo simpático que se había labrado el Villarreal con sus anteriores participaciones europeas (semifinalista de la UEFA y de la Champions, recordémoslo).
Este año les tocará "pasear estrellitas" por los terrenos de juego españoles simplemente. ¿Será el inicio de su decadencia, o será tan sólo una pausa para volver a volar con más fuerza que nunca? Por mucho que les pese a los villarrealenses, todos sabemos que su sueño tiene fecha de caducidad. Roig no estará siempre ahí, y una población como Villarreal no puede mantener a un equipo en zona Champions cada año. Este año, sin distracciones, veremos de qué es capaz el Villarreal. Eso sí, pase lo que pase... que les quiten lo bailao.
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