Sin embargo, el meta brasileño fue el triste protagonista cuando el descanso se empezaba a mostrar en las mentes de los jugadores: Una falta botada por Juninho que toca en la barrera, el balón que va bajando suavemente, Fernandes que sale a por él... y cuando ya lo tenía entre sus manos, incomprensiblemente se le escapa y Fred, muy atento, anotaba el injusto 0-1. La suerte del campeón que la llaman. A los 10 minutos de la segunda parte, Tiago anotaba el 0-2 a la salida de un córner botado, cómo no, por Juninho. Curiosamente, los goleadores hasta el momento eran los mismos que el día del Madrid. De ahí al final del encuentro, el Steaua se encontró sin "plan B", y sus carencias en ataque acabaron por enterrarlo. Jamás dio sensación de poder recortar diferencias, y el Olympique, que, con más espacios, empezó a jugar como nos tiene acostumbrados, remató el partido con un gol del joven Benzema (jugador del que hablan maravillas, sólo tiene 19 años) tras un genial pase de Juninho.
Así, el Olympique enfila el camino hacia octavos con 6 puntos, mientras que el Steaua se tendrá que jugar la segunda plaza con el Real Madrid a vida o muerte. ¿Serán capaces los actuales semifinalistas de la UEFA de repetir su actuación de Kiev ante los blancos? Después de lo de hoy, sinceramente, lo dudo. Pero el fútbol es imprevisible, y eso es lo que le hace tan grande. Habrá que esperar.
[ Foto: uefa.com ]
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