
Es en lo que ha acabado convirtiéndose el grupo de la muerte. En lugar de una última jornada repleta de emoción, hemos vivido una jornada de partidos sin tensión. Por una parte, éste Argentina-Holanda, cuya jugada más peligrosa llegó en el minuto 90, con un disparo de Tévez que se marchó alto. Por otra parte, un Costa de Marfil-Serbia y Montenegro sin nada en juego en el que, sin embargo, ambas selecciones han jugado un muy buen partido que ha acabado con la primera victoria mundialista de Costa de Marfil, por 3-2, tras comenzar perdiendo 0-2 en el minuto 20 (con dos fallos garrafales del portero Barry, titular hoy). Juego directo, ocasiones para ambos equipos, muchos lanzamientos a puerta... todo lo que debería haber sido el Holanda-Argentina, pero en otro escenario. Ahora ya simplemente queda esperar que en octaos se vea el verdadero potencia tanto de argentinos como de holandeses, y dejen para otra ocasión ese fútbol control sin profundidad del que han hecho (mala) gala hoy. Los de Pékerman tendrán que hacer frente a la México de La Volpe, mientras que los pupilos de Van Basten se enfrentarán a Portugal, en el que, esta vez sí, se presenta como un encuentro muy abierto, lleno de velocidad y con ocasiones constantes para ambos bandos. Al menos, en teoría... Que siga la fiesta.
[ Foto: AFP / afp.com © ]
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