No podía ser de otra manera. Es imposible, hay cosas que nunca cambian, y nunca cambiarán. Italia se presentaba a este Mundial con un equipo que parecía apostar, por fin, por el fútbol de ataque. El seleccionador, Marcello Lippi, también hacía prever eso mismo. Pero eran meros espejismos. En la fase de grupos, Italia empezó bien, pero ya ante USA empezaron a mostrar su cara más "histórica", por así decirlo. Y hoy ha sido la confirmación oficial. Italia sigue siendo Italia.
Y eso que durante la primera mitad tuvieron varias oportunidades para adelantarse en el marcador, pero Luca Toni no logró acertar en ninguna de ellas, bien por escasos centímetros o bien por el buen hacer del portero australiano Schwarzer. Australia no se arrugaba y también tenía sus ocasiones, en especial una de Chipperfield que remató completamente solo en el área y Buffon detuvo en dos tiempos de manera casi milagrosa. Australia llevaba el ritmo del encuentro, tenía más el balón en su poder y seguía con su juego alegre de todo el Mundial. Pero enfrente estaba Italia, y por tanto las ocasiones llegaban en menos cantidad y menos claras. Con el empate a cero y un fútbol no muy vistoso pero al menos con oportunidades para ambos equipos se llegó al descanso. La segunda parte comenzó con una nueva ocasión para Luca Toni, que mandó el balón a las nubes en una de esas ocasiones que le han llevado a marcar 31 goles en la Serie A. Parece haber perdido su racha goleadora en la azzurra. Y dos minutos después, en el 50', la decoración del partido cambiaría radicalmente. El culpable fue el árbitro, el español Medina Cantalejo. Una nueva mancha en su historial.
Y es que todos recordamos el arbitraje de Medina Cantalejo en el Barça-Madrid de esta temporada, por poner un ejemplo cercano. No iba a ir al Mundial, y sólo la lesión de uno de los asistentes de Mejuto González le llevó a Alemania. No había estado mal en sus anteriores arbitrajes, pero hoy ha estado francamente mal. Expulsó a Materazzi por una falta en la frontal del área que sólo merecía la amarilla, decisión que condicionó el resto del partido. Italia, con 10, se dedicó a jugar a lo que mejor sabe: el catenaccio. Lippi sacó del campo a Toni para dar entrada al central Barzagli, y la azzurra acabó el partido con una 4-4-1, aunque por momentos defendían hasta 6 y 7 jugadores. Australia, ante esta tesitura, lo intentó una y otra vez, con jugadas, con centros, con paredes, con tiros lejanos, sacando a Aloisi... pero ni por esas. Era misión imposible perforar la meta defendida por Buffon. Y cuando todo el mundo pensaba que el partido llegaría a la prórroga, volvía a aparecer Medina Cantalejo, inventándose un penalty en el minuto 93. Totti fue el encargado de transformar la pena máxima y clasificar así a su selección para los cuartos de final. No hubo tiempo para más, ni tan siquiera para sacar de centro. Los australianos, tras un buen Mundial, vuelven a casa con la frente bien alta. Los italianos, fieles a su estilo de toda la vida, avanzan hacia los cuartos, donde se enfrentarán bien a Suiza o bien a Ucrania. Es la grandeza del fútbol. O la injusticia, que también.
[ Fotos: AFP / afp.com ]
Y eso que durante la primera mitad tuvieron varias oportunidades para adelantarse en el marcador, pero Luca Toni no logró acertar en ninguna de ellas, bien por escasos centímetros o bien por el buen hacer del portero australiano Schwarzer. Australia no se arrugaba y también tenía sus ocasiones, en especial una de Chipperfield que remató completamente solo en el área y Buffon detuvo en dos tiempos de manera casi milagrosa. Australia llevaba el ritmo del encuentro, tenía más el balón en su poder y seguía con su juego alegre de todo el Mundial. Pero enfrente estaba Italia, y por tanto las ocasiones llegaban en menos cantidad y menos claras. Con el empate a cero y un fútbol no muy vistoso pero al menos con oportunidades para ambos equipos se llegó al descanso. La segunda parte comenzó con una nueva ocasión para Luca Toni, que mandó el balón a las nubes en una de esas ocasiones que le han llevado a marcar 31 goles en la Serie A. Parece haber perdido su racha goleadora en la azzurra. Y dos minutos después, en el 50', la decoración del partido cambiaría radicalmente. El culpable fue el árbitro, el español Medina Cantalejo. Una nueva mancha en su historial.
Y es que todos recordamos el arbitraje de Medina Cantalejo en el Barça-Madrid de esta temporada, por poner un ejemplo cercano. No iba a ir al Mundial, y sólo la lesión de uno de los asistentes de Mejuto González le llevó a Alemania. No había estado mal en sus anteriores arbitrajes, pero hoy ha estado francamente mal. Expulsó a Materazzi por una falta en la frontal del área que sólo merecía la amarilla, decisión que condicionó el resto del partido. Italia, con 10, se dedicó a jugar a lo que mejor sabe: el catenaccio. Lippi sacó del campo a Toni para dar entrada al central Barzagli, y la azzurra acabó el partido con una 4-4-1, aunque por momentos defendían hasta 6 y 7 jugadores. Australia, ante esta tesitura, lo intentó una y otra vez, con jugadas, con centros, con paredes, con tiros lejanos, sacando a Aloisi... pero ni por esas. Era misión imposible perforar la meta defendida por Buffon. Y cuando todo el mundo pensaba que el partido llegaría a la prórroga, volvía a aparecer Medina Cantalejo, inventándose un penalty en el minuto 93. Totti fue el encargado de transformar la pena máxima y clasificar así a su selección para los cuartos de final. No hubo tiempo para más, ni tan siquiera para sacar de centro. Los australianos, tras un buen Mundial, vuelven a casa con la frente bien alta. Los italianos, fieles a su estilo de toda la vida, avanzan hacia los cuartos, donde se enfrentarán bien a Suiza o bien a Ucrania. Es la grandeza del fútbol. O la injusticia, que también.
[ Fotos: AFP / afp.com ]
Categorías: Mundial 2006
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