Se han propuesto cargársela y lo están consiguiendo. Entre la LFP (más concretamente, los grandes) y, sobre todo, la RFEF (recordemos que es la organizadora del torneo) están matando la competición más antigua y con más solera (antaño) de España (y, por ende, del fútbol mundial). Tras haber conseguido relanzar la competición hace unos años (diga lo que diga el zampabollos de Roberto Gómez), las presiones de los envidiosos y miedosos grandes (temen ir al campo del Guadix ha jugar un partido), unidas a la lamentable dirección que sigue la RFEF, han llevado a la Copa del Rey a un estado de muerte latente muy preocupante.
Y es que los espectadores ya han expresado su repulsa a este engendro de competición parido por cesárea bajo el amparo de dudosos intereses económicos y tejemanejes varios. El martes vimos como el Calderón estaba desierto, con apenas 5000 espectadores en las gradas, mientras que a Mendizorroza se acercaron, siendo generosos, unas 1600 personas. Aquello parecía más un partidillo de inicio de pretemporada que una eliminatoria de Copa del Rey. Y el miércoles siguió la misma tónica. Salvando los casos del Portuense, Écija o Badalona, que se enfrentaban a los asesinos de la competición y que llenaron sus estadios, y del Athletic de Bilbao, que ya va siendo hora de que vuelva a ganar una Copa (su afición se lo merece), el resto de estadios dieron bastante pena. Incluso en Vallecas, donde un histórico en horas bajas, el Rayo (en 2ª B actualmente) se enfrentaba al actual campeón, el campo registró una entrada de apenas 4000 personas... ¿En serio es esto lo que desea la Federación?
Miramos a otros países y vemos cómo los estadios están siempre llenos (Inglaterra, Francia, Alemania...), y, casualmente, allí la Copa es a eliminatoria única siempre... Roberto Gómez hablaba de igualdad (¿?) para justificar la ida y vuelta, pero... ¿por qué no copiar el formato inglés al completo? Es decir, partido único de principio a fin y en el campo que toque, también por sorteo. Nada de "en casa del más débil" ni demás. Si toca un Real Madrid-Barakaldo en el Bernabéu, pues se juega. Y si toca un Valencia-Barça en primera ronda, pues mala suerte... sorteo puro, emoción a tope y la ilusión de la gente por el torneo volvería a subir como la espuma. ¿Que a los grandes no les gusta? Pues lo siento, es lo que toca... el fútbol no es sólo Madrid, Barça, Atlético y Valencia... el fútbol pertenece a los aficionados, y los aficionados, sean del equipo que sean, tienen el derecho a ver una competición justa y sin favoritismos (lo de este año clama al cielo). Pero esto a la RFEF parece rascarle las narices.
Pero el problema de la Copa del Rey no viene de la propia RFEF. La propia UEFA tiene su parte de culpa. Todos recordamos aquellos maravillosos años en los que había tres competiciones europeas: la Copa de Europa, que disputaba únicamente el campeón de Europa; la Recopa, que disputaba el campeón de Copa; y la Copa de la UEFA, a la que se clasificaban del 2º al 5º (si el campeón de Copa estaba por ahí se bajaba al 6º). Aquello sí que era un formato europeo decente, con tres competiciones fuertes y con auténticos partidazos siempre. Eliminatorias a ida y vuelta en cada competición, desde el inicio, sin liguillas llenas de partidos basura y con emoción y campos llenos en cada estadio. La UEFA tenía un nivel impresionante, en ocasiones mayor que el de la propia Copa de Europa (un año se podían juntar Madrid, Barcelona, Valencia, Milan, Inter, Juventus, Manchester, Arsenal, Bayern, Borussia, Ajax, Feyenoord y muchos más en la misma competición).
Ahora, la UEFA es un torneo que también está en fase de auto-destrucción, como la Copa del Rey. Formato engendrado por una mente que odia el fútbol y ama el dinero, con una extraña liguilla a mitad de competición que es aberrante, y una participación con mucho menos nivel que antaño. La Recopa desapareció (la última final fue un Lazio-Mallorca que vencieron los laciales por 2-1) para pena de los verdaderos aficionados al fútbol (¿Quién no recuerda aquél golazo de Nayim al Arsenal en París? ¿O el triunfo del Barça de Ronaldo? ¿O las semifinales del Depor? El glorioso concurso del Mallorca...), mientras que la Copa de Europa cambió su nombre para llamarse, extrañamente, Liga de Campeones. Justo cuando dejan de participar únicamente los campeones le dan ese nombre... ¿alguien lo entiende? Liguilla por aquí, liguilla por allá (gracias a Dios que desapareció la segunda fase de grupos) y hasta cuatro equipos por país. Una auténtica aberración que sólo se mueve por dinero, claro.
Y ese panorama europeo hace que, ahora, en España (en otros países no es así) se vea la UEFA como un premio menor, lo que incide directamente en la motivación por ganar la Copa del Rey (algo ilógico por otra parte, parece más importante el premio que tiene el trofeo que el trofeo en sí... si así fuera, ¿quién querría ganar la Champions? Sólo da derecho a jugar una devaluadísima Intercontinental, de hecho ahora da derecho a jugar un extraño Mundialito de clubes que nadie quiere...).
Sinceramente, si la Copa fuera a partido único desde el inicio y con sorteo de campo... volveríamos a ver los estadios llenos cada eliminatoria, los equipos se la tomarían más en serio (no podrían ir de paseo a ningún campo, o no podrían salir con el B jugando ante su público), e incluso el calendario se aligeraría. Entonces, ¿cuál es el motivo para no implantar ese formato? Dicen que el dinero, pero... ¿qué da más dinero, una competición con los estadios vacíos o una competición con los estadios siempre llenos? Las cabezas pensantes del fútbol parecen estar de vacaciones...
Copa a la inglesa, ¡YA!
Y es que los espectadores ya han expresado su repulsa a este engendro de competición parido por cesárea bajo el amparo de dudosos intereses económicos y tejemanejes varios. El martes vimos como el Calderón estaba desierto, con apenas 5000 espectadores en las gradas, mientras que a Mendizorroza se acercaron, siendo generosos, unas 1600 personas. Aquello parecía más un partidillo de inicio de pretemporada que una eliminatoria de Copa del Rey. Y el miércoles siguió la misma tónica. Salvando los casos del Portuense, Écija o Badalona, que se enfrentaban a los asesinos de la competición y que llenaron sus estadios, y del Athletic de Bilbao, que ya va siendo hora de que vuelva a ganar una Copa (su afición se lo merece), el resto de estadios dieron bastante pena. Incluso en Vallecas, donde un histórico en horas bajas, el Rayo (en 2ª B actualmente) se enfrentaba al actual campeón, el campo registró una entrada de apenas 4000 personas... ¿En serio es esto lo que desea la Federación?
Miramos a otros países y vemos cómo los estadios están siempre llenos (Inglaterra, Francia, Alemania...), y, casualmente, allí la Copa es a eliminatoria única siempre... Roberto Gómez hablaba de igualdad (¿?) para justificar la ida y vuelta, pero... ¿por qué no copiar el formato inglés al completo? Es decir, partido único de principio a fin y en el campo que toque, también por sorteo. Nada de "en casa del más débil" ni demás. Si toca un Real Madrid-Barakaldo en el Bernabéu, pues se juega. Y si toca un Valencia-Barça en primera ronda, pues mala suerte... sorteo puro, emoción a tope y la ilusión de la gente por el torneo volvería a subir como la espuma. ¿Que a los grandes no les gusta? Pues lo siento, es lo que toca... el fútbol no es sólo Madrid, Barça, Atlético y Valencia... el fútbol pertenece a los aficionados, y los aficionados, sean del equipo que sean, tienen el derecho a ver una competición justa y sin favoritismos (lo de este año clama al cielo). Pero esto a la RFEF parece rascarle las narices.
Pero el problema de la Copa del Rey no viene de la propia RFEF. La propia UEFA tiene su parte de culpa. Todos recordamos aquellos maravillosos años en los que había tres competiciones europeas: la Copa de Europa, que disputaba únicamente el campeón de Europa; la Recopa, que disputaba el campeón de Copa; y la Copa de la UEFA, a la que se clasificaban del 2º al 5º (si el campeón de Copa estaba por ahí se bajaba al 6º). Aquello sí que era un formato europeo decente, con tres competiciones fuertes y con auténticos partidazos siempre. Eliminatorias a ida y vuelta en cada competición, desde el inicio, sin liguillas llenas de partidos basura y con emoción y campos llenos en cada estadio. La UEFA tenía un nivel impresionante, en ocasiones mayor que el de la propia Copa de Europa (un año se podían juntar Madrid, Barcelona, Valencia, Milan, Inter, Juventus, Manchester, Arsenal, Bayern, Borussia, Ajax, Feyenoord y muchos más en la misma competición).
Ahora, la UEFA es un torneo que también está en fase de auto-destrucción, como la Copa del Rey. Formato engendrado por una mente que odia el fútbol y ama el dinero, con una extraña liguilla a mitad de competición que es aberrante, y una participación con mucho menos nivel que antaño. La Recopa desapareció (la última final fue un Lazio-Mallorca que vencieron los laciales por 2-1) para pena de los verdaderos aficionados al fútbol (¿Quién no recuerda aquél golazo de Nayim al Arsenal en París? ¿O el triunfo del Barça de Ronaldo? ¿O las semifinales del Depor? El glorioso concurso del Mallorca...), mientras que la Copa de Europa cambió su nombre para llamarse, extrañamente, Liga de Campeones. Justo cuando dejan de participar únicamente los campeones le dan ese nombre... ¿alguien lo entiende? Liguilla por aquí, liguilla por allá (gracias a Dios que desapareció la segunda fase de grupos) y hasta cuatro equipos por país. Una auténtica aberración que sólo se mueve por dinero, claro.
Y ese panorama europeo hace que, ahora, en España (en otros países no es así) se vea la UEFA como un premio menor, lo que incide directamente en la motivación por ganar la Copa del Rey (algo ilógico por otra parte, parece más importante el premio que tiene el trofeo que el trofeo en sí... si así fuera, ¿quién querría ganar la Champions? Sólo da derecho a jugar una devaluadísima Intercontinental, de hecho ahora da derecho a jugar un extraño Mundialito de clubes que nadie quiere...).
Sinceramente, si la Copa fuera a partido único desde el inicio y con sorteo de campo... volveríamos a ver los estadios llenos cada eliminatoria, los equipos se la tomarían más en serio (no podrían ir de paseo a ningún campo, o no podrían salir con el B jugando ante su público), e incluso el calendario se aligeraría. Entonces, ¿cuál es el motivo para no implantar ese formato? Dicen que el dinero, pero... ¿qué da más dinero, una competición con los estadios vacíos o una competición con los estadios siempre llenos? Las cabezas pensantes del fútbol parecen estar de vacaciones...
Copa a la inglesa, ¡YA!
1 comentario:
Amén, hermano.
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