Debería haber sido el último partido en el viejo estadio de la Puerta de Orihuela, pero no lo fue. Pero eso dio igual, el equipo jugó un más que aceptable partido y el público (cerca de 12.000 espectadores) estuvo más animado que de costumbre (llegando a hacer la ola en la segunda parte), espoleado sin duda tras ese 1-0 a los dos minutos de encuentro (penalty claro a Aranda).
El equipo cada día juega mejor: está más conjuntado en todas sus líneas, tiene una gran solidez defensiva y arriba sigue metiendo miedo. Cuatro partidos consecutivos sin encajar un gol en Segunda son muchos partidos, y son un sinónimo inequívoco de que las cosas se están haciendo bien y hay mimbres... la clave de esta mejoría defensiva está, sin duda, en Ramón. Tras la derrota en Salamanca, Alcaraz pidió un defensa con urgencia, y vinieron dos: Pablo Ruiz y Ramón. El primero está saliendo en liga en los últimos minutos como pivote defensivo, sin tener mucha presencia en el juego. Pero Ramón... ay Ramón. Qué pedazo de central, señores. Uno de los mejores (si no el mejor) fichajes del Real Murcia esta temporada. Sobrio, seguro, efectivo... todo un seguro en la retaguardia. Una de las claves del crecimiento exponencial del juego grana. Cuando se compara un partido de Ramón con el partido de Capi en Salamanca...
Y ojo, que no digo que Capi sea malo, de hecho todas las referencias que tengo suyas son excelentes, pero en Salamanca no estuvo a la altura... y desgraciadamente para él, creo que está sentenciado para lo que resta de temporada. El caso es que la defensa está de 10 ahora mismo, ayudada en el centro del campo por un Richi inconmensurable. No es su puesto, pero día a día va mejorando a pasos agigantados y hace una labor en defensa encomiable, y eso que su vocación es ofensiva. Quizá sea sustituido cuando vuelva Acciari, pero hoy por hoy, yo no le sacaría del once ni a la de tres. Que ayer el Numancia no creara prácticamente ocasiones de gol en todo el partido fue en gran parte gracias al trabajo oscuro de Richi. A su lado, Abel mejora día a día, confirmándose como la más grata sorpresa del año. Y arriba, lo de siempre. El equipo mete miedo cada vez que el balón está en poder de Pedro León, Jofre (inmenso), Aranda (lástima lo suyo, para una vez que consigue la titularidad y se lesiona solo), Iván Alonso (aunque fallón con los pies, tuvo dos clarísimas solo delante de Juan Pablo) o Antoñito (que ayer se entonó algo más). Mucha munición, justo de lo que adolecía el equipo desde el 2003.
Y todo esto lo está viendo la gente, que vuelve a poblar las gradas de La Condomina como antaño (ayer, cerca de 12.000 espectadores) y vibra y disfruta con su equipo. Hacía tiempo que no se veía un ambiente como el de ayer (aquí y aquí podéis ver dos ejemplos) en la Puerta de Orihuela. Sinceramente, es una lástima tener que mudarse a la NC viendo cómo está el panorama en la vieja... ver el estadio casi lleno partido tras partido es algo muy positivo para el equipo, y para la propia afición también. Habrá que ver si con el nuevo estadio se consigue llegar a los 15-20 mil espectadores y se crea una olla a presión que empuje para conseguir el tan ansiado ascenso...
El próximo domingo, Gijón, frente a un Sporting que, plagado de canteranos y con problemas financieros, está enrachado esta temporada y ya está tercero, tras endosarle un sonoro 0-4 al Tenerife ayer. Puede ser un auténtico partidazo, de los que gusta a la afición. Lástima que no sea televisado por ninguna cadena. Si se gana... ojito.
El equipo cada día juega mejor: está más conjuntado en todas sus líneas, tiene una gran solidez defensiva y arriba sigue metiendo miedo. Cuatro partidos consecutivos sin encajar un gol en Segunda son muchos partidos, y son un sinónimo inequívoco de que las cosas se están haciendo bien y hay mimbres... la clave de esta mejoría defensiva está, sin duda, en Ramón. Tras la derrota en Salamanca, Alcaraz pidió un defensa con urgencia, y vinieron dos: Pablo Ruiz y Ramón. El primero está saliendo en liga en los últimos minutos como pivote defensivo, sin tener mucha presencia en el juego. Pero Ramón... ay Ramón. Qué pedazo de central, señores. Uno de los mejores (si no el mejor) fichajes del Real Murcia esta temporada. Sobrio, seguro, efectivo... todo un seguro en la retaguardia. Una de las claves del crecimiento exponencial del juego grana. Cuando se compara un partido de Ramón con el partido de Capi en Salamanca...
Y ojo, que no digo que Capi sea malo, de hecho todas las referencias que tengo suyas son excelentes, pero en Salamanca no estuvo a la altura... y desgraciadamente para él, creo que está sentenciado para lo que resta de temporada. El caso es que la defensa está de 10 ahora mismo, ayudada en el centro del campo por un Richi inconmensurable. No es su puesto, pero día a día va mejorando a pasos agigantados y hace una labor en defensa encomiable, y eso que su vocación es ofensiva. Quizá sea sustituido cuando vuelva Acciari, pero hoy por hoy, yo no le sacaría del once ni a la de tres. Que ayer el Numancia no creara prácticamente ocasiones de gol en todo el partido fue en gran parte gracias al trabajo oscuro de Richi. A su lado, Abel mejora día a día, confirmándose como la más grata sorpresa del año. Y arriba, lo de siempre. El equipo mete miedo cada vez que el balón está en poder de Pedro León, Jofre (inmenso), Aranda (lástima lo suyo, para una vez que consigue la titularidad y se lesiona solo), Iván Alonso (aunque fallón con los pies, tuvo dos clarísimas solo delante de Juan Pablo) o Antoñito (que ayer se entonó algo más). Mucha munición, justo de lo que adolecía el equipo desde el 2003.
Y todo esto lo está viendo la gente, que vuelve a poblar las gradas de La Condomina como antaño (ayer, cerca de 12.000 espectadores) y vibra y disfruta con su equipo. Hacía tiempo que no se veía un ambiente como el de ayer (aquí y aquí podéis ver dos ejemplos) en la Puerta de Orihuela. Sinceramente, es una lástima tener que mudarse a la NC viendo cómo está el panorama en la vieja... ver el estadio casi lleno partido tras partido es algo muy positivo para el equipo, y para la propia afición también. Habrá que ver si con el nuevo estadio se consigue llegar a los 15-20 mil espectadores y se crea una olla a presión que empuje para conseguir el tan ansiado ascenso...
El próximo domingo, Gijón, frente a un Sporting que, plagado de canteranos y con problemas financieros, está enrachado esta temporada y ya está tercero, tras endosarle un sonoro 0-4 al Tenerife ayer. Puede ser un auténtico partidazo, de los que gusta a la afición. Lástima que no sea televisado por ninguna cadena. Si se gana... ojito.
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