Viajaba el Real Murcia a Gijón con la intención de seguir sumando puntos en su largo camino hacia el ascenso, objetivo ansiado por todos. Enfrente estaba un histórico del fútbol español, el Sporting de Gijón, que, plagado de canteranos, se encontraba situado en la tercera posición del campeonato, entrenado por el ex-murcianista Manolo Preciado. Tercero contra segundo, y la grada respondió. Casi 15.000 espectadores animando a su equipo durante todo el partido, y como dato curioso, Ultra Boys sacó un tifo con los colores de Ferrari alentando a Schumi... el sentimiento oviedista de Alonso no es muy bien recibido por El Molinón.
El Murcia planteó un partido defensivo, con una gran defensa y con salidas esporádicas a la contra que llevaban el miedo a las huestes gijonesas. Por consiguiente, el dominador del juego era el equipo local, pero eran incapaces de rematar sus ocasiones. Y como casi siempre en fútbol, el que perdona acaba pagándolo muy caro. Y Pedro León fue el encargado de recordarle a los sportinguistas esta máxima no escrita futbolística. Una falta a unos 30 metros de la portería defendida por Roberto fue magistralmente ejecutada por el muleño, que colocó el balón en la escuadra derecha del marco gijonés. Era el minuto 44, y Pedro León le hacía el mejor regalo a su hermano León, fallecido justo hace un año. Tres minutos después, con el tiempo ya cumplido, Jofre era expulsado por repeler una agresión, y el equipo grana tuvo que afrontar toda la segunda parte con un hombre menos, lo que aumentó el acoso local.
Pero ni con acoso ni sin él el Sporting fue capaz de introducir el balón en la portería de un espléndido Notario, que tuvo dos intervenciones magníficas para mantener la ventaja pimentonera y lograr así tres puntos importantísimos para el equipo, que se mantiene colíder en la clasificación empatado con el Xerez de Pepe Murcia.
Un año después de perder a su hermano, Pedrito sigue sonriendo jugando al fútbol y dedicándo goles al cielo, para León. Qué mejor homenaje que un gol de falta precioso y el liderato compartido de la categoría... Grande Pedro León, muy grande.
[ Foto: Elcomerciodigital ]
El Murcia planteó un partido defensivo, con una gran defensa y con salidas esporádicas a la contra que llevaban el miedo a las huestes gijonesas. Por consiguiente, el dominador del juego era el equipo local, pero eran incapaces de rematar sus ocasiones. Y como casi siempre en fútbol, el que perdona acaba pagándolo muy caro. Y Pedro León fue el encargado de recordarle a los sportinguistas esta máxima no escrita futbolística. Una falta a unos 30 metros de la portería defendida por Roberto fue magistralmente ejecutada por el muleño, que colocó el balón en la escuadra derecha del marco gijonés. Era el minuto 44, y Pedro León le hacía el mejor regalo a su hermano León, fallecido justo hace un año. Tres minutos después, con el tiempo ya cumplido, Jofre era expulsado por repeler una agresión, y el equipo grana tuvo que afrontar toda la segunda parte con un hombre menos, lo que aumentó el acoso local.
Pero ni con acoso ni sin él el Sporting fue capaz de introducir el balón en la portería de un espléndido Notario, que tuvo dos intervenciones magníficas para mantener la ventaja pimentonera y lograr así tres puntos importantísimos para el equipo, que se mantiene colíder en la clasificación empatado con el Xerez de Pepe Murcia.
Un año después de perder a su hermano, Pedrito sigue sonriendo jugando al fútbol y dedicándo goles al cielo, para León. Qué mejor homenaje que un gol de falta precioso y el liderato compartido de la categoría... Grande Pedro León, muy grande.
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