El sábado se confirmó lo que estaba ya cantado desde hace varios meses: El Eibar, el equipo más longevo en Segunda de toda la historia del fútbol español, descendía a Segunda división B tras una nefasta temporada que culminó ayer con un triste empate a 1 ante el cuarto por la cola, el Lleida, con un gol en el último minuto del (curiosamente) vizcaíno Unai Bergara.
Con la peor entrada de la temporada en Ipurúa (apenas 1.200 espectadores), el equipo armero dijo adiós a 18 años ininterrumpidos en la categoría de plata del fútbol español. Esta vez no se pudo volver a realizar el milagro, como en tantas y tantas temporadas se consiguió.
Ipurúa ha visto a su equipo luchar alternadamente en estas 18 temporadas por la salvación (las más) y por el ascenso (las menos). Siempre con uno de los presupuestos más bajos de la categoría (en varias ocasiones el más bajo), y con un juego normalmente basado en el pelotazo y la lucha, más propio de las islas británicas que de la península, el Eibar ha ido manteniendo la categoría año a año, temporada sufriendo, temporada disfrutando. Como la famosa temporada en la que se redujo el número de equipos de Primera, en la que los eibarreses se quedaron sin jugar la promoción de ascenso por culpa de esa reestructuración. Hasta entonces, ascendían los dos primeros y promocionaban el tercero y cuarto, pero ese año sólo promocionaba el tercero y al cuarto se le daba una compensación económica... efectivamente, el cuarto clasificado de esa temporada fue el Eibar.
La última vez que el Eibar estuvo luchando por ascender a Primera División fue la pasada temporada, donde un equipo plagado de cesiones y jugadores que ya no están (Cifu, Oskitz y Garitano (Real Sociedad), Corredeira (Numancia), Gorka Iraizoz y Moisés (Espanyol), Karmona (retirado), Llorente (Athletic), Kike Mateo (Hércules), Silva (Celta) o Varela (Almería) finalizó la temporada en quinta posición, a sólo 3 puntos del ascenso. Pero claro, desmontar el equipo y volver a empezar de nuevo no suele traer buenas consecuencias, y más en clubes tan modestos como el Eibar. Esta temporada, sin tanto gran jugador cedido, el club no ha podido obrar otro milagro, y ha acabado "bajando al infierno", como ha reconocido su presidente. Y es que, recordémoslo, la Segunda B SÍ que es un infierno.
Quizá si el equipo hubiera vuelto a su habitual fútbol en Ipurúa...ese fútbol directo, de choque, unido a las pequeñas dimensiones del terreno de juego y la cercanía de los espectadores al terreno de juego (apenas un metro y medio de distancia de la línea de fondo a la grada) que hizo sufrir a tantos y tantos equipos que visitaban el pequeño estadio eibarrés. Equipos míticos como el Deportivo, el Celta, el Zaragoza, el Español, el Osasuna, el Rácing, el Sevilla, el Betis, el Atlético de Madrid, el Sporting, el Oviedo, el Real Murcia, el Real Madrid en Copa...tantos y tantos equipos han pasado por Ipurúa y han sufrido en sus carnes a los armeros. Quizá ahora, en Segunda B, sea un buen momento para recuperar ese fútbol rocoso. O quizá sea el momento de seguir apostando por el juego creativo de los últimos años...quién sabe.
En el recuerdo quedarán siempre jugadores míticos como Antonio Karmona, Jon Kortina o el mítico portero (también conocido como portero-carnicero) Garmendia, presente en el ascenso de la 87/88 y que fue Zamora de la categoría en las temporadas 92 y 96, y entrenadores como Barasoain, Arakistain, Periko Alonso o Blas Ziarreta.
La próxima temporada será rara sin el Eibar en Segunda...igual que nadie conoce una Primera sin Real Madrid, Athletic o Barcelona, yo tampoco conocía una Segunda sin el Eibar...esperemos que vuelvan pronto.
[ Foto: www.elcorreodigital.es ]
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