Eto'o, el de siempre

Eto'o consiguió su primer trofeo Pichichi el pasado sábado tras anotar el único tanto de su equipo en la derrota de los culés ante el Athletic por 3-1, pero su Pichichi quedó algo enrarecido por el modo en que se consiguió.

Para empezar, el partido era más una pachanga/entrenamiento con público que un partido de Liga. Además, todo el equipo iba buscando el tanto del camerunés. Cuando lo consiguió, el panorama cambió, la relajación total se apoderó de los barcelonistas y el Athletic remontó.

Pero lo peor fue lo de siempre, su comportamiento. El camerunés se encaró con la grada antes de comenzar el encuentro. Los aficionados bilbaínos no olvidan el escupitajo a Expósito de la primera vuelta, y así se lo hicieron ver durante todo el calentamiento (incluso con algún mono de peluche y el nombre de Eto'o), y el camerunés, lejos de abstraerse de todo como hacen la inmensa mayoría de jugadores, se encaró con los aficionados cuando se dirigía a los vestuarios. Y para finalizar su hazaña, dejó plantados a los medios de comunicación al finalizar el encuentro.

Eto'o es un gran jugador de fútbol, probablemente uno de los mejores delanteros del mundo, pero como persona, realmente deja mucho que desear en muchas ocasiones. Y no le viene de un año a esta parte, viene desde su época en el Leganés. Una lástima.