Hoy se puede decir sin lugar a la duda y literalmente que el Real Murcia ganó por la cara. Por la cara de Juanmi, naturalmente. El guardameta cartagenero salvó a su equipo en el minuto 85 cuando, con 2-1 en el marcador, evitó el gol visitante con dos intervenciones extraordinarias. La primera, sacando el balón en la misma línea de gol, la segunda, parando con la cara un remate a bocajarro (no más de un metro) de un delantero numantino. Tras esas dos paradas, un tercer remate, que acabó con el balón en el larguero, para posteriormente ser despejado por la defensa murcianista.
Hasta ese momento, el Real Murcia no había visto peligrar su victoria casi en ningún instante. El inicio fue trepidante, y a los 16 minutos ya ganaba el Real por 2 goles a 0, mientras que el Numancia no daba señales de vida. Sin embargo, y como es norma habitual en esta temporada, al Real Murcia le tocaría sufrir, y en el minuto 26, Moreno cabeceaba una falta lateral y subía el 2-1 al electrónico. Desde ese momento, el partido fue muy vistoso para los espectadores, con varias oportunidades para cada equipo, pero más claras para los granas.
Pudo sentenciar el Real Murcia en la segunda mitad, con una falta lejana de Pedro León que despejó Juan Pablo en la misma escuadra, o con un cabezazo de Acciari, o en un jugadón del mejor del partido, Tato, que se fue por la banda y la línea de fondo perfectamente y dejó el balón atrás a Julio Álvarez, pero su disparo fue desviado milagrosamente por el guardameta visitante. Más tarde Urzelai se encontró un balón a 3 metros de la portería, pero no supo aprovecharlo. El Numancia buscaba la portería murcianista, y llegaba por momentos a arrinconar al equipo de Kresic, pero carecía de mordiente arriba y no lograba crear jugadas de verdadero peligro. Hasta el minuto 85, donde Juanmi se convirtió en el héroe de la tarde. Y ya en el descuento, Richi falló una ocasión clamorosa; tras quedarse solo delante del portero, envió el balón fuera. Pero en el minuto 92, Nacho Garro aprovechó una gran jugada de Julio Álvarez en línea de fondo, que pasó el esférico a Tato, que se la puso perfecta a Garro quien, llegando desde atrás, sólo tuvo que empujar el balón al fondo de la red.
Con este resultado, el Real Murcia ve alejarse el fantasma del descenso, y puede empezar a tranquilizarse y planear mejor la próxima temporada, donde, esta vez sí, y sin excusas, el ascenso debe ser prioridad absoluta. La Nueva Condomina merece estar en Primera.
Hasta ese momento, el Real Murcia no había visto peligrar su victoria casi en ningún instante. El inicio fue trepidante, y a los 16 minutos ya ganaba el Real por 2 goles a 0, mientras que el Numancia no daba señales de vida. Sin embargo, y como es norma habitual en esta temporada, al Real Murcia le tocaría sufrir, y en el minuto 26, Moreno cabeceaba una falta lateral y subía el 2-1 al electrónico. Desde ese momento, el partido fue muy vistoso para los espectadores, con varias oportunidades para cada equipo, pero más claras para los granas.
Pudo sentenciar el Real Murcia en la segunda mitad, con una falta lejana de Pedro León que despejó Juan Pablo en la misma escuadra, o con un cabezazo de Acciari, o en un jugadón del mejor del partido, Tato, que se fue por la banda y la línea de fondo perfectamente y dejó el balón atrás a Julio Álvarez, pero su disparo fue desviado milagrosamente por el guardameta visitante. Más tarde Urzelai se encontró un balón a 3 metros de la portería, pero no supo aprovecharlo. El Numancia buscaba la portería murcianista, y llegaba por momentos a arrinconar al equipo de Kresic, pero carecía de mordiente arriba y no lograba crear jugadas de verdadero peligro. Hasta el minuto 85, donde Juanmi se convirtió en el héroe de la tarde. Y ya en el descuento, Richi falló una ocasión clamorosa; tras quedarse solo delante del portero, envió el balón fuera. Pero en el minuto 92, Nacho Garro aprovechó una gran jugada de Julio Álvarez en línea de fondo, que pasó el esférico a Tato, que se la puso perfecta a Garro quien, llegando desde atrás, sólo tuvo que empujar el balón al fondo de la red.
Con este resultado, el Real Murcia ve alejarse el fantasma del descenso, y puede empezar a tranquilizarse y planear mejor la próxima temporada, donde, esta vez sí, y sin excusas, el ascenso debe ser prioridad absoluta. La Nueva Condomina merece estar en Primera.
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