Rijkaard: El partido estuvo condicionado desde el inicio por el planteamiento del técnico holandés. Su decisión de dejar en el banquillo a Iniesta y a Xavi para dar entrada a un mediocampo compuesto por Deco, Edmilson y Van Bommel, amén de colocar a Eto'o como extremo puro (sin caer al centro) durante los primeros 35 minutos dejó al Barcelona huérfano del fútbol que le había llevado hasta la final de París. Y, también, sus cambios en la segunda parte fueron decisivos, puesto que alegraron de nuevo el juego blaugrana y se consiguió remontar el partido.
Terje Hauge: El árbitro del partido fue otro de los destacados (tristemente) de la final. Su decisión de expulsar a Lehman en el minuto 18 y no dar la ley de la ventaja, anulando el gol de Giuly fue un grave error (que luego reconoció), al igual que fue un error no expulsar a Eboué en el 22 tras una entrada criminal. Posteriormente concedió una falta que no era a favor del Arsenal que finalizó con el 0-1 para los londinenses. Y, por si fuera poco, el primer gol del Barcelona puede ser en fuera de juego. También permitió mucho juego subterráneo por parte de la defensa culé. Una gran colección de errores para una final de este calibre. Ya sabemos por qué no estará en el Mundial (¿por qué no habrá pitado un árbitro mundialista la final?)
Henry, Cesc y Hleb: Incombustibles como siempre. Henry se desfondó, corriendo y llevando loca a toda la defensa blaugrana. Su gesto en un córner de la segunda parte, quedándose en cluquillas más de un minuto para descansar, muestra bien a las claras el desgaste que sufrió. El catalán Cesc Fábregas llevó perfectamente la batuta del Arsenal durante el tiempo que estuvo en el campo. Hasta su sustitución en la segunda mitad por Flamini fue uno de los destacados de los gunners. Por último, el bielorruso Hleb volvió a demostrar su tremenda calidad, llevando peligro en cada balón que tocaba. Este joven llegará lejos en esto del fútbol, sin duda.
Henrik Larsson: Su salida al campo fue fundamental. Primero, porque su cambio provocó el adelanto de la posición de Iniesta, que pudo entonces abrir el juego y dirigir con su maestría habitual al equipo, y segundo porque su juego fue fundamental para la remontada. Dio las dos asistencias que acabaron con el balón en las redes de Almunia, y demostró que podría seguir un año más en Barcelona a pesar de sus 35 años. Una pena que este jugador no llegara antes a la liga española.
Almunia: El portero español, habitual suplente de Lehman, hizo un gran partido, con varias intervenciones de gran mérito, como la mano salvadora en el balón al palo de Eto'o. Demostró que la portería londinense está bien resguardada en caso de lesión de Lehman. Un gran portero (otro más de la larga lista de porteros españoles) sin duda alguna.
Terje Hauge: El árbitro del partido fue otro de los destacados (tristemente) de la final. Su decisión de expulsar a Lehman en el minuto 18 y no dar la ley de la ventaja, anulando el gol de Giuly fue un grave error (que luego reconoció), al igual que fue un error no expulsar a Eboué en el 22 tras una entrada criminal. Posteriormente concedió una falta que no era a favor del Arsenal que finalizó con el 0-1 para los londinenses. Y, por si fuera poco, el primer gol del Barcelona puede ser en fuera de juego. También permitió mucho juego subterráneo por parte de la defensa culé. Una gran colección de errores para una final de este calibre. Ya sabemos por qué no estará en el Mundial (¿por qué no habrá pitado un árbitro mundialista la final?)
Henry, Cesc y Hleb: Incombustibles como siempre. Henry se desfondó, corriendo y llevando loca a toda la defensa blaugrana. Su gesto en un córner de la segunda parte, quedándose en cluquillas más de un minuto para descansar, muestra bien a las claras el desgaste que sufrió. El catalán Cesc Fábregas llevó perfectamente la batuta del Arsenal durante el tiempo que estuvo en el campo. Hasta su sustitución en la segunda mitad por Flamini fue uno de los destacados de los gunners. Por último, el bielorruso Hleb volvió a demostrar su tremenda calidad, llevando peligro en cada balón que tocaba. Este joven llegará lejos en esto del fútbol, sin duda.
Henrik Larsson: Su salida al campo fue fundamental. Primero, porque su cambio provocó el adelanto de la posición de Iniesta, que pudo entonces abrir el juego y dirigir con su maestría habitual al equipo, y segundo porque su juego fue fundamental para la remontada. Dio las dos asistencias que acabaron con el balón en las redes de Almunia, y demostró que podría seguir un año más en Barcelona a pesar de sus 35 años. Una pena que este jugador no llegara antes a la liga española.
Almunia: El portero español, habitual suplente de Lehman, hizo un gran partido, con varias intervenciones de gran mérito, como la mano salvadora en el balón al palo de Eto'o. Demostró que la portería londinense está bien resguardada en caso de lesión de Lehman. Un gran portero (otro más de la larga lista de porteros españoles) sin duda alguna.
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