lunes, 15 de mayo de 2006

Grande Espanyol

Noche mágica en Montjuïc, pero con sobresaltos. El Espanyol se jugaba la permanencia, se jugaba ser el primer equipo en la historia en ganar la Copa del Rey y descender la misma temporada. Y estuvo en Segunda durante 12 minutos, los que transcurrieron desde el gol de Bodipo en Mendizorroza al gol salvador de Coro en el 91 en Montjuïc.

El Espanyol es otro de esos equipos a los que les "gusta" sufrir, y que empieza a tener mal acostumbrada a su afición a las apreturas, nervios y demás de las últimas posiciones de la tabla, como su rival de ayer, la Real Sociedad. Varios años llevan ya los de la Ciudad Condal coqueteando con el descenso, pero nunca lo habían tenido tan cerca como esta temporada.

Después de ganar la Copa, la temporada parecía que iba a ser un éxito rotundo, puesto que, pese a estar por la zona baja, nunca se había visto el descenso como una amenaza "demasiado" seria. Pero la recta final...por poco se les atraganta. Llegaron a la última jornada con tan sólo dos puntos de ventaja sobre el Deportivo Alavés de Dimitri Piterman, y ahí, esta vez sí (no como en las semifinales de Copa), la afición respondió: casi 50.000 almas periquitas abarrotaron el mágico recinto olímpico de Montjuïc, y el equipo no les falló, aunque sí que les hizo sufrir, ¡y de qué manera!

Hasta tres balones estrellaron los blanquiazules en la madera. Primero fue Jarque, quien cabeceó una falta de De la Peña al larguero. Después, Coro lanzó un trallazo a la cepa del poste izquierdo, y finalmente, Luis García hizo lo propio en el poste derecho. Parecía que el balón se resistía a entrar, y la afición se temía lo peor. Las lágrimas de tristeza empezaban a aparecer por los graderíos, pero faltaba el broche de oro. Tras una clara oportunidad para la Real Sociedad, bien salvada por Gorza Iraizoz, en el minuto 91, un balón largo deja a Coro delante de la portería donostiarra y no perdonó, rasita y adentro. ¡Salvados! La afición estalló de alegría, las lágrimas ya no eran de tristeza, eran lágrimas de felicidad. Los propios jugadores también estallaron. La emoción contenida durante todo el encuentro salió a la superficie, e incluso gente tan experimentada y curtida en mil batallas como Mauricio Pocchetino rompieron a llorar. Incluso Lotina, que la próxima temporada no continuará en el banquillo periquito, lloraba como un niño mientras se abrazaba con De la Peña. Coro, el autor del gol salvador, tampoco podía reprimir sus lágrimas.

La próxima temporada, el RCD Espanyol volverá a pasear su escudo por los campos de la Primera División Española, y, de nuevo, otra vez por Europa.

¡Grandes pericos!

[ Foto: http://www.rcdespanyol.es ]

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mágica noche la vivida en Montjüic. Mucho sufrimiento y sobre todo, muchisima alegria al final del encuentro. Lo ocurrido este sabado, por lo memos por mi parte, no se va a olvidar nunca. Nunca podre quitar de mi menta esas imágenes de gente llorando y de mi mismo, totalmente destrozado antes del gol de CORO. GRANDE CORO, GRANDE EL ESPANYOL.

Esperemos que aprendan y se apliquen porque otro año asi no se puede permitir, y una afición como la nuestra no se lo merece.

Por último decir que muchas gracias a todos aquellos que nos han apoyado y que nos han animado.

ADELANTE FORÇA MÁGICO ESPANYOL!!!!
ESTA ES!!! SI SEÑOR!!! LA AFICIÓN DE ESPANYOL!!!!!

Anónimo dijo...

Gran noche de sufrimiento en la que conseguimos el "ascenso" a primera.


Con el sol se alzarán las banderas
y las palmas volverán a sonar,
en el fondo solo un grito ya se oyó...
¡¡¡ADELANTE FORÇA MÁGICO ESPANYOL