Hércules 0-1 Real Murcia. Pedrazo

El Real Murcia se jugaba ayer algo más que tres puntos. La visita al Rico Pérez, un estadio con solera en Segunda División, era la ocasión de mostrar las credenciales del equipo o para volver a sembrar dudas en el largo camino que queda por recorrer. Con el recuerdo de la inauguración del estadio en un partido idéntico al de ayer (salvo que fue en Primera) en las revistas del partido y otros medios de comunicación, la afición grana se desplazó en no gran número (300-400 aficionados) a la capital alicantina, pero sí muy animosa.

Desde la salida de los grana a calentar se intuía un ambiente de las grandes citas. Había tensión. Era la oportunidad de terminar de enganchar a todos esos indecisos que aún tienen (lógicas) dudas sobre el proyecto murcianista para esta campaña. Hacía un año natural que no se conseguía una victoria fuera de casa. Desde aquél 0-3 en Santo Domingo no se habían sumado tres puntos de una tacada en ningún desplazamiento. Era una losa que ya pesaba demasiado, y los jugadores y el entrenador lo sabían.

El comienzo del partido fue bastante trabado, con pérdidas de balón casi constantes y sin ocasiones. Se veía a un Real Murcia con ganas de morder, presionando cada balón y recuperando la bola con facilidad. Como contrapunto, el Hércules cortaba los posibles contragolpes murcianistas con otros robos de balón tras esas pérdidas. Juego, por tanto, no muy vistoso. Pero la decoración cambiaría, y sería el Hércules el que dispondría de las mejores ocasiones de la primera mitad. Gracias a jugadas trastabilladas y con grandes dosis de fortuna (rechaces, rebotes...) Hens tuvo una gran ocasión, que salvó milagrosamente Notario. Xisco Nadal, futbolista que fue presentado en su día por el Real Murcia pero que nunca llevó a vestir la camiseta grana, tuvo otra gran ocasión al aprovecharse de una salida en falso de Notario y lanzar una vaselina que salió finalmente bastante desviada. Una falta que se estrelló en el larguero tras dar en la barrera fue la última ocasión herculana, que vio como el Real Murcia despertaba de una manera letal.

Pedro León, que lleva dos partidos jugando fantásticamente, se llevó una pelota dividida y puso un centro por raso medido al pie de Iván Alonso que apunto estuvo de marcar. Sólo una mano milagrosa del togolés Agassa (¿recuerdan su cantada contra Corea en el Mundial?) y el poste impidieron el primer gol. Pero sólo era el primer aviso. Dos minutos después, tras un robo de balón de Richi (inmenso ayer), el propio Pedro enganchaba un derechazo que se colaba por la misma escuadra de la meta blanquiazul. Un gol para guardarlo en video. El éxtasis invadió el quesito visitante y los jugadores lo sabían. La segunda parte fue más tranquila, y el conjunto de Pepe Bordalás (quien recibió cánticos de "¡Pepe vete ya!") no dio sensación de poder empatar el partido en ningún instante.

El Murcia, por su parte, pudo aumentar su cuenta en varias ocasiones, como un trallazo de Abel que despejó espectacularmente Agassa a corner, una contra 3 para 2 que no supo definir el último pase Jofre o un lanzamiento de Juanma que salió lamiendo el palo. Finalmente los puntos volaron a Murcia, y el lógico júbilo de la afición era compartido por los jugadores, que se abrazaban como si hubieran conseguido algo más que tres puntos. Y lo habían hecho.

El Real Murcia ha presentado credenciales de manera oficial. Quiere ser un equipo a tener en cuenta esta temporada, y lo quiere demostrar desde el inicio. La próxima semana visita La Condomina el Alavés de Piterman, en el que será el penúltimo partido que los grana jugarán en el viejo campo de la Puerta de Orihuela. Un choque cargado de sentimentalismo, pero un choque importantísimo ante otro de los gallitos de la categoría. Una victoria sería fantástica, no sólo para el equipo, sino para la afición. Hay que llegar a los 8.500-9000 socios mínimo en este mes que falta para mudarse a la flamante Nueva Condomina. Y eso sólo se conseguiría a base de victorias. No hay que lanzar campanas al vuelo pensando en las metas ansiadas, pero hay razones para ser optimistas. El próximo sábado, otro peldaño más en esta larguísima escalera.

[ Foto: realmurcia.es ]