Hay ciudades en las que, por unas razones o por otras, últimamente lo difícil es ser del equipo de tu ciudad, el de toda la vida. Por motivos financieros podemos nombrar a Burgos, a Mérida, a Badajoz, a Oviedo, a Logroño... por motivos deportivos estarían en esta lista Granada, Castellón (que incluso ha visto a sus vecinos, aquellos que solían pulular por la Tercera y Regional, llegar a semifinales de la Champions), y algunas más. Pero sin duda, las ciudades que más sufren son las que ven cómo, de la nada, aparece otro equipo, amparado normalmente por las autoridades locales y los medios de comunicación, que suele nacer bajo propuestas bienintencionadas y todo buenas palabras... En Murcia sabemos mucho de eso, con el Ciudad, ese equipo que surgió cuando el Real estaba luchando por sobrevivir, que decía nacer con la intención de ser un trampolín para llevar a jugadores murcianos a la élite, cuyo presidente siempre decía ser muy murcianista (tan murcianista que decidió invertir su dinero en crear otro club, plagiando colores, en lugar de ayudar a la salvación del Real Murcia), incluso se llegó a rumorear con una posible filialidad con el Real Murcia... hasta que se vio con posibilidades de ascender a Segunda y todas esas palabras se enviaron al cubo de la basura para entrar en una lucha descarada contra el Real Murcia, con la prensa murciana (La Verdad, TVM, Onda Regional) a su favor, ataques constantes...
Oviedo es un caso singular. El equipo bajó por impago de Segunda a Tercera del tirón (ay Oli, tan oviedista que decías ser y la que le hiciste al club por unos míseros euros...) y el Ayuntamiento, ni corto ni perezoso, "refunda" al Astur, cambiando el nombre (Oviedo Astur FC), escudo (un plagio descarado al del Real Oviedo), intentando confundir a la afición, etc. Sin embargo, les salió el tiro por la culata y la afición oviedista acudió en masa al Tartiere a apoyar a su club de toda la vida. Como debe ser. Y ahora nos centramos en Logroño, una ciudad con un caso parecido, pero que empieza a tomar tintes cómico-surrealistas.
El CD Logroñés, aquel histórico equipo que militó varias temporadas en Primera División en la década de los 90, lleva sumido en una crisis económica varios años ya, que le llevaron a descender a Tercera División, llegando a estar al borde de la desaparición varias veces. Dueños por aquí, dueños por allá, promesas que no se cumplen... la misma historia de siempre en tantas ciudades. Y pasó lo que tenía que pasar, según las últimas tendencias en moda futbolística. Se crean equipos para su suplantación. Es más fácil empezar de cero que salvar un club con varias décadas de historia y una nutrida afición detrás... El Recreación de Logroño, que ahora cuenta con José Ignacio (ex- CDL) como entrenador (otro que se vende por unos cuantos euros), comenzó su andadura con el apoyo de las instituciones locales, usurpando el estadio de Las Gaunas al CDL (el Ayuntamiento les impidió su uso por temas económicos en su día), dividiendo a la afición... lo típico. Pero he aquí que los dueños del Recre no quieren seguir la moda y deciden crear su propio estilo: plagiar el nombre y la equipación.
El Recreación pasa a denominarse Logroñés Club de Fútbol, con el beneplácito de la RFEF, que afirma que el hecho de que exista un Club Deportivo Logroñés y un Logroñés Club de Fútbol no crea confusión (pese a lo cual, la propia RFEF envió un cheque con el dinero por la participación del LCF en la Copa del Rey... al CDL. Pero claro, no crea confusión el nombre). Además, cambia sus colores orignales, y del granate pasa al... exacto, al rojiblanco, los colores de toda la vida del CD Logroñés. El diario La Rioja es en este caso el medio "comprado" por el recién nacido engendro, el encargado de lanzar dardos envenenados cada dos por tres al equipo de la afición. La cosa, al ser ya tan descarada, ha llegado a los tribunales, donde el "señor" Eduardo Blanco ha rayado lo absurdo al asegurar ante la jueza que el motivo del cambio de equipación se debió a... que a él siempre le ha gustado el Atlético de Madrid, que siempre iba al Calderón y que por eso le ha puesto los colores rojiblancos al club. Claro, por eso de primeras eligieron el granate, ¿verdad, señor Blanco? El juicio se ha iniciado esta mañana, por lo que seguiremos atentos cómo evoluciona. Por cierto, que en ese juicio, Hortelano, el presidente del CD Logroñés, se ha marhado de la sala «indignado» al escuchar las barbaridades/sandeces que salían de la boca de Blanco y Ricardo Moreno.
Y lejos de todas estas disputas judiciales y extradeportivas, que poco bien le hacen al fútbol, el pasado domingo se disputó el primer derby entre ambos equipos en Segunda B (antes ya se habían enfrentado una vez en Tercera División). El LCF jugaba en esta ocasión de local (que no en casa) y desde el inicio empezó a incordiar a la nutrida afición rojiblanca, que poblaba el fondo norte de Las Gaunas. El speaker tuvo la "genial" idea de poner a todo trapo música de Guns'n'Roses por megafonía para acallar a la afición y que así no se escucharan los vítores al equipo "visitante". También se remarcó en demasía quién era "el equipo de casa" y "el de fuera". Cosas de los engendros, que se valen de cualquier treta para hacer la vida un poco más difícil al equipo del pueblo... Pero el fútbol no entiende de sentimientos ni de injusticias. Pese a la superioridad del Club Deportivo en las gradas, los pupilos de Balta fueron los que ganaron el partido, gracias a un gol del argentino Pavone (que tampoco sabe la historia del Logroñés y se besó el escudo e hizo aspavientos a la afición blanquirroja) poco antes de llegar al descanso. El CDL sufrirá esta temporada para mantenerse en Segunda B, pero el LCF sufrirá siempre para tener una afición propia y poder jugar "en casa" alguna vez. Y con esa afición detrás, el Club Deportivo resurgirá algún día para volver entre los grandes.
Como rezaba una pancarta de hinchas del Oviedo en el partido LCF-Oviedo: No a los engendros.
Oviedo es un caso singular. El equipo bajó por impago de Segunda a Tercera del tirón (ay Oli, tan oviedista que decías ser y la que le hiciste al club por unos míseros euros...) y el Ayuntamiento, ni corto ni perezoso, "refunda" al Astur, cambiando el nombre (Oviedo Astur FC), escudo (un plagio descarado al del Real Oviedo), intentando confundir a la afición, etc. Sin embargo, les salió el tiro por la culata y la afición oviedista acudió en masa al Tartiere a apoyar a su club de toda la vida. Como debe ser. Y ahora nos centramos en Logroño, una ciudad con un caso parecido, pero que empieza a tomar tintes cómico-surrealistas.
El CD Logroñés, aquel histórico equipo que militó varias temporadas en Primera División en la década de los 90, lleva sumido en una crisis económica varios años ya, que le llevaron a descender a Tercera División, llegando a estar al borde de la desaparición varias veces. Dueños por aquí, dueños por allá, promesas que no se cumplen... la misma historia de siempre en tantas ciudades. Y pasó lo que tenía que pasar, según las últimas tendencias en moda futbolística. Se crean equipos para su suplantación. Es más fácil empezar de cero que salvar un club con varias décadas de historia y una nutrida afición detrás... El Recreación de Logroño, que ahora cuenta con José Ignacio (ex- CDL) como entrenador (otro que se vende por unos cuantos euros), comenzó su andadura con el apoyo de las instituciones locales, usurpando el estadio de Las Gaunas al CDL (el Ayuntamiento les impidió su uso por temas económicos en su día), dividiendo a la afición... lo típico. Pero he aquí que los dueños del Recre no quieren seguir la moda y deciden crear su propio estilo: plagiar el nombre y la equipación.
El Recreación pasa a denominarse Logroñés Club de Fútbol, con el beneplácito de la RFEF, que afirma que el hecho de que exista un Club Deportivo Logroñés y un Logroñés Club de Fútbol no crea confusión (pese a lo cual, la propia RFEF envió un cheque con el dinero por la participación del LCF en la Copa del Rey... al CDL. Pero claro, no crea confusión el nombre). Además, cambia sus colores orignales, y del granate pasa al... exacto, al rojiblanco, los colores de toda la vida del CD Logroñés. El diario La Rioja es en este caso el medio "comprado" por el recién nacido engendro, el encargado de lanzar dardos envenenados cada dos por tres al equipo de la afición. La cosa, al ser ya tan descarada, ha llegado a los tribunales, donde el "señor" Eduardo Blanco ha rayado lo absurdo al asegurar ante la jueza que el motivo del cambio de equipación se debió a... que a él siempre le ha gustado el Atlético de Madrid, que siempre iba al Calderón y que por eso le ha puesto los colores rojiblancos al club. Claro, por eso de primeras eligieron el granate, ¿verdad, señor Blanco? El juicio se ha iniciado esta mañana, por lo que seguiremos atentos cómo evoluciona. Por cierto, que en ese juicio, Hortelano, el presidente del CD Logroñés, se ha marhado de la sala «indignado» al escuchar las barbaridades/sandeces que salían de la boca de Blanco y Ricardo Moreno.
Y lejos de todas estas disputas judiciales y extradeportivas, que poco bien le hacen al fútbol, el pasado domingo se disputó el primer derby entre ambos equipos en Segunda B (antes ya se habían enfrentado una vez en Tercera División). El LCF jugaba en esta ocasión de local (que no en casa) y desde el inicio empezó a incordiar a la nutrida afición rojiblanca, que poblaba el fondo norte de Las Gaunas. El speaker tuvo la "genial" idea de poner a todo trapo música de Guns'n'Roses por megafonía para acallar a la afición y que así no se escucharan los vítores al equipo "visitante". También se remarcó en demasía quién era "el equipo de casa" y "el de fuera". Cosas de los engendros, que se valen de cualquier treta para hacer la vida un poco más difícil al equipo del pueblo... Pero el fútbol no entiende de sentimientos ni de injusticias. Pese a la superioridad del Club Deportivo en las gradas, los pupilos de Balta fueron los que ganaron el partido, gracias a un gol del argentino Pavone (que tampoco sabe la historia del Logroñés y se besó el escudo e hizo aspavientos a la afición blanquirroja) poco antes de llegar al descanso. El CDL sufrirá esta temporada para mantenerse en Segunda B, pero el LCF sufrirá siempre para tener una afición propia y poder jugar "en casa" alguna vez. Y con esa afición detrás, el Club Deportivo resurgirá algún día para volver entre los grandes.
Como rezaba una pancarta de hinchas del Oviedo en el partido LCF-Oviedo: No a los engendros.
1 comentario:
Muy buena historia, no la conocía. El fútbol hace tiempo que dejó de ser un mero deporte para covertirse en un negocio, y por eso salen estas "empresas" que utilizan todas las tretas para ganar dinero. Una pena.
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