Nueva Condomina

Un buen día se le ocurrió al genio de Murphy crear sus leyes del caos. Que si la mantequilla y el pan, que si un coche pasará haciendo estruendo cuando más interesante esté lo que quieres escuchar... ya sabéis. La mejor de todas es la de que "si algo puede ir mal, irá a peor". Algo así pasó ayer en la inauguración de la Nueva Condomina.

Por fin, después de nosecuantos años y cientos de retrasos, la Nueva Condomina, estadio y centro comercial, está construida. Es una obra majestuosa, impresionante, enorme. El estadio es la repera con patatas fritas, envidia de media España y el nuevo estandarte de un Real Murcia que debe mirar a las más altas cotas con este estadio. Y el centro comercial no se queda atrás. Tras el Xanadú, es el más grande de España. Pues ayer era la inauguración del mismo. El lunes se inauguró el estadio, con Villar, Samper, Cámara y demás gente del poder que se quería echar la foto. Plaquita, excursión y tal y poquito más, nada espectacular. La espectacularidad se dejó para el 11 de octubre, día del partido inaugural, entre España y Argentina. Estadio lleno, 31.500 (que no 33.015, vaya por Dios) gargantas animosas, 63.000 ojos deseosos de disfrutar del nuevo estadio... la repera, vamos. Lástima que para el primer partido del Real Murcia, el club inquilino del estadio, no vaya a ser así, pero qué le vamos a hacer... quizá en unos meses/añitos.

Pero, como decíamos al principio, lo que puede ir mal, va peor. No todo podía ser majestuosidad y magnificiencia en el nuevo complejo. Para la inauguración se trajo a Bertín Osborne, otro de los que son incapaces de diferenciar al Real Murcia del Ciudad (claro, son tan parecidos los nombres... igual es por la equipación, ésa que escogió Pina para plagiar al Real), que dijo, como si tal cosa, que el equipo que iba a utilizar el estadio, osea el Real Murcia, estuvo a punto de ascender la pasada temporada... y se quedó tan pancho. Samper, claro, no se atrevió a corregirle. Ni nadie de los asistentes. Es lo que tiene la "corrección política". Bazofia pura. Hay que saber de lo que se habla señor Bertín. Como dijo alguien muy famoso que luego fue parafraseado en Los Simpsons, «mejor permanecer callado y aparentar ser tonto, que abrir la boca y confirmarlo». Luego no se pudo ver el vídeo promocional al fallar la pantalla gigante... lo típico, vamos, como cuando a Bill Gates se le colgó Windows en su presentación.

Lo realmente importante es que con retrasos o sin ellos, con revanchismos o con inconformismos, el estadio ya es una realidad. El Real Murcia por fin cuenta con un estadio acorde a su historia, un estadio con todas las comodidades de un cinco estrellas (aún no sé si se le concederá la calificación de "cinco estrellas", ya que no tiene 50.000 plazas) y el más moderno de España. Queda un mes (o poco más, depende del estado del césped) para que el equipo pimentonero se mude de casa. El traslado no será fácil, la añoranza de la vieja Condomina será muy grande, pero la diferencia será enorme. Ahora habrá que ver si el estadio nace con gafe (no me extrañaría nada, estamos en Murcia, recuerden) o con estrella. Sólo el tiempo lo dirá.

Lo que está claro, es que la Nueva Condomina es un estadio de fútbol de los mejores del mundo. Y la disfrutaremos todos los murcianistas y cada una de las aficiones que se desplacen a Murcia para ver a su equipo. ¡Que ruede el balón!